El río Bravo: un paraíso de diversidad de peces para los pescadores de Nuevo Laredo

No solo se trata de catanes, el afluente binacional es un ecosistema próspero, un santuario submarino que deleita a los apasionados pescadores con una abundancia de especies de agua dulce

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Fecha: 18/04/2024 Por: Redacción

A lo largo de sus majestuosos 3 mil kilómetros de extensión, el Río Bravo, la frontera natural que separa a México de los Estados Unidos, emerge como un ecosistema próspero, un santuario acuático que deleita a los apasionados pescadores locales con una abundancia de especies de agua dulce.

Desde el emblemático catán hasta la resistente carpa, pasando por la sabrosa mojarra y la formidable lobina, el río Bravo alberga una variedad de peces que despiertan la fascinación de quienes se aventuran a pescar desde sus orillas.

Los peces del Río Bravo

No es de sorprender que decenas de pescadores se congreguen diariamente, armados con sus equipos de pesca y una dosis de paciencia, para disfrutar de horas de camaradería y la emoción de una captura satisfactoria.

El catán, conocido como el "pez caimán" por su imponente tamaño que puede llegar hasta los tres metros de largo, es sin duda el rey indiscutible de estas aguas.

Sin embargo, no es el único tesoro que se esconde en las profundidades del Río Bravo. La carpa, con su adaptabilidad excepcional, la mojarra con su riqueza en aceites omega 3 y la lobina negra, una joya que se extiende desde Canadá hasta México, completan la lista de especies codiciadas por los pescadores locales.

Pero no todo es gloria en este paraíso acuático. También hay que estar atentos a las especies invasoras, como el temido pez diablo, cuya presencia, aunque interesante desde un punto de vista ecológico, no es bienvenida en las mesas de los pescadores debido a su falta de recomendación para el consumo humano.

Los pescadores, con orgullo y emoción, comparten sus hazañas en las redes sociales, exhibiendo los frutos de su dedicación y destreza.

Desde la captura del catán más imponente hasta la preparación de exquisitos platos como la mojarra frita o el chicharrón de catán, cada momento junto al Río Bravo es una experiencia inolvidable.

El Río Bravo, más que un simple curso de agua, es un símbolo de conexión entre dos naciones, un testigo en silencio de la vida que florece en sus márgenes y un refugio para aquellos que encuentran en la pesca una pasión inigualable.