DE PRIMERA…. LA DAMA DE LA NOTICIA
Del Escándalo en Tamaulipas al Objetivo Los Maestros y su remuneración Grupo Firme y la Distracción
Fecha: 27/09/2022 Por: Arabela GarcÃa
El escándalo que se ha generado con los temas de los gobiernos saliente y entranteha llegado a los medios nacionales, ¡! la pregunta es si se validara a nuevaselecciones!!; en los cafés la gente arregla el mundo en todo su contexto, se aplicanhipótesis y demás, pero la realidad, para que AMERICO VILLARREAL ANAYA, hayaanunciado su equipo es porque tiene la certeza de que su elección es real y que nadiela puede nulificar, ni los jueces ni nadie más.Y quizá no tiene que ver con la fake declaración que diera el hijo del TRUCO en dondeseñala que se vendió la elección y no sé cuántas cosas más, la verdad es que estasnotas que sacan al aire en las redes sociales enoja más a los tamaulipecos pensandoque son tontos.Nadie podrÃa creer que el joven ni borracho andarÃa diciendo esto cuando todavÃa espostulante de la tesis de que su padre podrÃa ganar la elección en los tribunales.El escándalo ha provocado gran atención, la expectativa subió de tono y el gobernadorelecto se encuentra en la agenda diaria de los que viven en este estado para saberque sigue.Las definiciones más usuales de escándalo polÃtico coinciden en subrayar que ésteconsiste en una reacción de indignación ante lo que se percibe como una violación dealguna de las normas sociales que regulan la conducta legÃtima de los gobernantes (yde los aspirantes a serlo).Según la opinión más común, el abuso de poder o la violación de la confianza socialen que haya podido incurrir el agente polÃtico afectado provoca una reacción social derepulsa que puede terminar produciendo determinados efectos en el orden polÃtico.Estos pueden ir desde la desaparición de la escena polÃtica del agente afectado, hastaincluso el tambaleamiento del propio régimen polÃtico (entendido éste como las reglasbásicas del juego polÃtico en un grupo social).A pesar de su aparente simplicidad, esta aproximación al escándalo polÃtico plantea unbuen número de problemas de gran interés.La relevancia de los escándalos polÃticos en la vida pública de las democraciasliberales modernas ¿es una simple expresión del declive general del respeto por lasnormas éticas?Lo que ha cambiado es, en primer lugar, la creciente visibilidad de los dirigentespolÃticos. Los dirigentes ya no son seres lejanos. Las relaciones entre dirigentespolÃticos y ciudadanos se establecen cada vez más a través de los medios decomunicación.Los dirigentes (y los que aspiran a serlo) saben que deben utilizar los medios paraadquirir visibilidad polÃtica. Pero cuanto más visibles se hacen las vidas de losdirigentes, más aumenta la probabilidad de que un fallo se convierta en escándalopolÃtico. «Los individuos que se mueven en la escena pública son mucho más visiblesde lo que lo fueron en otros tiempos y, en segundo lugar, su capacidad para trazar unalÃnea divisoria entre su personalidad pública y su vida privada es mucho más limitada.El caso Atérrate no habrÃa tenido las repercusiones que tuvo si Nixon no hubieratenido la manÃa de grabar las conversaciones en el despacho oval, ni las tormentosasrelaciones entre Carlos de Inglaterra y Lady Di habrÃan sido la comidilla de las revistasdel corazón sin los teleobjetivos de los reporteros.Este cambio en la cultura periodÃstica ha llevado también a difuminar la frontera entrelos secretos vinculados con el ejercicio del poder y los relacionados con la vidaprivada. De modo que hay menos reparos éticos para inmiscuirse en la vida privada delos poderosos.Pero quizá el factor que más ha influido para que los escándalos asuman un papelpreponderante en la vida pública es el declive gradual de la polÃtica ideológica y elauge de la «polÃtica de la confianza».Cuando la polÃtica era más ideológica y habÃa un enfrentamiento entre partidos declase, importaban más los programas, los debates de ideas. A medida que lasideologÃas pierden peso y las decisiones polÃticas se tecnifican, la cuestión de lacredibilidad y de la veracidad de los dirigentes polÃticos se pone en primer plano.«Cuanto más se oriente nuestra vida polÃtica hacia cuestiones relacionadas con elcarácter y la confianza, más significado concederemos a todas aquellas ocasiones enque la veracidad de los dirigentes polÃticos sea puesta en cuestión.Tres tipos de escándalosLos escándalos sexuales, los escándalos financieros y lo que llama «escándalos depoder.A cuál de estos se debe lo que estamos viviendo en Tamaulipas seguramenteselecciono el tercero, considerando que las elecciones pasaron a otra dimensión y elpoder a adquirido el mayor tesoro.Los abusos del poder, son los escándalos provocados por actividades quecontravienen las leyes y reglas que rigen el ejercicio del poder polÃtico.Es indudable que los escándalos se han convertido en un rasgo sobresaliente delpaisaje polÃtico. Pero ¿son acontecimientos efÃmeros, explotados ávidamente por losmedios, o influyen de verdad en los procesos que dan forma a la vida social y polÃtica?Algunos mantienen que los escándalos no tienen ningún significado duradero, y que laobsesión de los medios con los escándalos tiende a socavar la calidad del debatepúblico, al concentrar la atención de la gente en asuntos muchas veces triviales.Quizá como el evento del grupo musical Firme que congrego a miles y miles depersonas generando una distracción del entorno polÃtico nacional en el cual no haypolÃticas públicas de altura y solamente prevale el escándalo en sus diversasacepciones.Acaso CLAUDIA SHEINBAUM lo hizo de buena onda, claro que no el escandaloposiciona y no propiamente desprestigia, asà que los expertos en marketing lo llamanpublicidad, o posicionamiento.El tema de los maestros en Tamaulipas, como lo evalúa, como un método de presión,o como escándalo polÃtico, considerando que hay elecciones en espera.La toma de posesión de AVA y la resistencia de CDV como lo califica.Sugerencias y comentarios arabelagarcia01@hotmail.com
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