Al VUELO
Médicos
Fecha: 19/05/2022 Por: Pegaso
¡Vaya polémica que se armó con la contratación de médicos cubanos para que vengan a atender a la población vulnerable del paÃs!
Casi de inmediato, los fifÃes, neoliberales y aspiracionistas reaccionaron de manera airada diciendo: “Y qué, ¿no tenemos en México médicos capaces de atender las necesidades de la gente?â€
Puede ser que sÃ, o puede ser que no. Yo no tengo acceso a los datos de la SecretarÃa de Salud, sin embargo, lo que ocasionó dicha contratación es una nueva polarización entre los mexicanos que defienden las polÃticas del actual Gobierno Federal y los que las rechazan.
Se supone que al ser este un gobierno participativo, primero se nos debió consultar a todos si serÃa bueno traer a este grupo de doctores cubanos.
Lo que sà es un hecho es que siempre los cubanos nos han traÃdo su salero, jÃcamo y azúcar, como lo vimos hace poco más de dos años, cuando andaban por aquà miles de isleños intentando cruzar hacia Gringolandia.
Son un pueblo fenomenal que, a pesar de tener el gobierno que tienen, conservan ese buen humor y traen el ritmo en la sangre, a todas horas y en cualquier lugar.
Vean si no.
Estaba una vez Fidel Castro en un mitin allá, cerca del Capitolio de La Habana, para dar a conocer algunos nuevos decretos de su gobierno.
Sucede que, a consecuencia de esa alegrÃa propia de la raza criolla y caribeña, los impuestos no entraban a las arcas gubernamentales como debÃa ser.
Fidel Castro empezó a decir: “Hermano’ cubano’. Ya Cuba no e’ la mi’ma que ante’. Ante’ la gente trabajaba de sol a sol y hacÃamo’ grande a e’te paÃ’. Ahora no. Ya todo’ quieren andá’ con la rumba, con la huaracha, con la salsa… Ya nomá quieren música, asà que ya no quiero gente en la calle de’pué’ de la’ doce de la noche, porque aparte, se e’tán tomando todo el ron que e’tamo’ produciendo. Asà que todo el que ande en la calle de’pué’ de la’ doce de la noche lo vamo’ a fusilá’.
Esa misma noche, dos soldados vieron a un borrachÃn que andaba cerca del malecón, tomándose una botella de ron. Uno de ellos agarró su carabina, apuntó a la cabeza y ¡pum! lo mató.
-Oye, chico, pero ¿por qué lo ha’ mata’o si todavÃa faltan die’ minuto’ para la’ doce?-le dijo su compañero.
-Lo conozco,-contesta el pazguato. Sé dónde vive y en die’ minuto’ no iba a podé’ llegá’ a su casa.
DÃas después, Fidel convocó a una nueva reunión.
-Hermano’ cubano’. Ya no queremo’ má’ música, porque to’o’ se pasan el dÃa cantando y tocando y ya nadie quiere trabajá’. Asà e’ que vamo’ a quebrar la’ trompeta’.
Todos empezaron a aplaudir para evitar que los soldados de la Revolución los agarraran a culatazos.
-Vamo’ a quebrá’ la’ guitarra’,-agrega el barbudo personaje.
Y todos aplauden.
-Vamo’ a quemá lo’ piano’.
Nueva ovación.
-Vamo’ a quemá’ lo’ bongó’.
Y la gente, que no entendió muy bien, gritó:
-¿Que qué?
-¡Que vamo’ a quemá’ lo’ bongó’!
-¿Que qué? ¡Que vamo’ a quemá’ lo’ bongó’! ¿Qué qué? ¡Que vamo’ a quemá’ lo’ bongó’! (El lector debe imaginarse estas últimas frases con acento cubano y a ritmo de guaracha).
Por cierto, este es un gracioso chiste del comediante de la cola de caballo, Teo González, que pueden hallar en You Tube, haciendo click aquÃ.
Yo los dejo con el refrán estilo Pegaso que dice asÃ: “¡Objeto de mayor dimensión, individuo pequeño!†(¡Cosa má’ grande, chico!)
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