“Juego de voces”: Famosos y sus hijos cantan sus verdades

Durante siete semanas, 10 celebridades interpretarán temas poco comunes para ellos a partir de hoy por Las Estrellas

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Fecha: 15/04/2024 Por: RedacciÃ³n

Desde tensiones cotidianas hasta vínculos inquebrantables, figuras consagradas y sus herederos comparten en entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL sus dinámicas familiares antes del estreno del game show musical “Juego de voces” que los pondrá a competir por un millón de pesos para caridad.

Además de una intensa batalla musical, en donde todos los vocalistas saldrán de su zona de confort con temas a los que no están acostumbrados, lo novedoso de este programa de Televisa es que el público podrá “entrar” al hogar de Erik Rubín, Alicia Villarreal, Mijares, Eduardo Capetillo e Isabel Lascurain, gracias a cápsulas inéditas que grabaron infraganti sus hijos: Mía Rubín, Melanie Villarreal, Lucero Mijares, Eduardo Capetillo Gaytán y Joss Álvarez.

“Tenemos cápsulas que descubrimos cómo se llevan en la casa, que los hijos les hacen travesuras a los padres, los graban sin que se den cuenta, abren el corazón, se conmueven. Han grabado dormidos a sus papás, se han metido a sus clósets, nos platican cuáles son sus manías, ese tipo de detalles”, explicó el productor del programa Eduardo Suárez, quien trabajó junto con Marcelo Strupini en este show.

Los artistas compartieron a este diario un adelanto de cómo es su convivencia en el día a día, quienes representarán a una fundación en este programa que se estrenará hoy a las 21:00 horas por Las Estrellas bajo la conducción de Angélica Vale y coconducción de Ricardo Margaleff, que tendrá duelos de voz y el público en el foro votará por el mejor.

Alicia Villarreal describe su relación con su hija Melanie como una profunda amistad, enriquecida por numerosas actividades que comparten juntas, como viajar, cocinar y realizar compras.

“Ha crecido en los escenarios conmigo y ha viajado durante años por giras en diferentes países”, expresa Alicia. Ambas valoran la organización, lo cual a veces es motivo de pequeños conflictos debido a las tendencias explosivas de las dos.

“Las reglas de la casa son claras: no pueden hacer lo que quieran, tienen que pedir permiso siempre, no se mandan solos, tampoco pueden llegar a la hora que puedan, no deben dejar los platos ahí o la basura, tienen que ser ordenados y comportarse”, agrega.

A pesar de las ocasiones en que el trabajo de ella puede crear distancia, la comunicación constante vía telefónica les permite mantenerse cercanas. Su relación está cimentada en una comunicación abierta

“Hacemos todo juntas, nos apasiona muchas cosas, como ir de compras, muchísima comunicación, nos separa su trabajo, la distancia de repente, pero estamos en contacto con el teléfono”, indicó Melanie.

Fuera de cámaras, dijo, son muy chistosas, pero respeta lo estricta que es su mamá: “nuestro carácter choca mucho, siempre hay que estar a la hora que ella nos indique, si no se cierran las puertas, mantener la casa radiante, que no haya pelusa, ni polvo”.

Mijares y su hija Lucero disfrutan de una relación basada en el apoyo mutuo y los consejos constantes. La joven de 18 años valora mucho la perspectiva y la orientación de su padre, especialmente en su carrera artística y decisiones de vida.

A veces pueden chocar, pero se esfuerzan por mantener una comunicación ligera y disfrutan compartir anécdotas y hasta chismes del entretenimiento.

“A los dos nos molesta el ser impuntual, mi papá no es muy estricto, pero a veces hay regaños para mi crecimiento personal, me pide que no me duerma tan tarde o que no llegue tarde a la casa, los dos tenemos muy fuerte el carácter somos bastantes lights”, dice Lucero hija.

El “Soldado del amor” señala que el público no ve esos momentos de intimidad cuando su pequeña le pide consejos y cuando él le da toda esa retroalimentación, resaltó que mientras la vea feliz, él estará encantado.

“Le aconsejo que sea muy natural sin estar fingiendo; los fans no conocen el convivio diario, sus perritos que tiene, la tranquilidad de que sus padres se lleva a todo dar, va por un camino que ella escogió y que disfruta”.

La relación entre Eduardo Capetillo y su hijo, Eduardo Capetillo Gaytán se caracteriza por un fuerte lazo de amistad y respeto.

“Somos una familia común y corriente, de pronto con las redes sociales lo que se muestra es como mucho oropel, que está bien y no, somos seres humanos normales, nos da dolores de cabeza, nos da gripa, hay momentos en que estamos cansados y no queremos hablar con alguien, nos peleamos por el control de la tele, lo normal, esa faceta que no se ve es lo interesante”, afirma Eduardo padre.

La comunicación abierta es una constante donde no sólo comparten intereses como la música y la vida al aire libre, sino que también discuten diferencias y desacuerdos pasados. Ambos disfrutan de actividades comunes como cocinar y ver series.

“No todo es color de rosa, a veces tenemos diferencias, ahorita ya no tanto. De chavito me regañaba por las calificaciones, si reprobaba materias, o llegaba tarde. Nos une la naturaleza, la vida en el campo, nos separa que él es muy cuadrado. Platicamos de todo: moto, caballos, música, le pido consejos, no es como que haya una línea sesgada de comunicación”, cuenta Eduardo Jr.

Joss Álvarez y su madre, Isabel Lascurain, comparten una relación donde la amistad y la maternidad coexisten con claras reglas del hogar. Isabel subraya la importancia de la honestidad y el orden.

“Yo ni entro a su cuarto, porque sí me pongo de mal humor, está en la edad que deja todo en el suelo y es desesperante, la gente que trabaja en mi casa tiene esa orden, ‘no le recogen nada’, si él dejó la toalla mojada en el sueño, ahí se queda. Los domingos cada quien hace su cama”, detalla la integrante del grupo Pandora.

Ambos encuentran un punto de unión en sus charlas y el tiempo compartido viendo series, lo cual fortalece su vínculo.

“Nos une muchísimo la familia, él es muy amiguero siempre me dice: ‘mamá, bájate a tomar algo con nosotros’, tus amigos me van a alucinar, pero les caigo bien a sus cuates, me invitan a tomar un tequilita con ellos. Puedo ser muy amable y cercana, pero sigo siendo su mamá, es una raya fácil de pasar, eso no debe de ser. Él me cuenta de todo, no hay ni un tema tabú, los problemas que tiene me lo cuenta”, aclara Isabel.

Joss resalta que su mamá es su mejor amiga y que las reglas que tiene es mantener la casa limpia lo mejor posible y no dejar trastes sucios. “Nadie ve cuando los dos estamos tirados en su cuarto viendo la tele. Nos separa los aparatos, las redes y nos une el amor y la pasión por lo que hacemos”.

Erik Rubín y su hija Mía tienen una relación excepcionalmente cercana y compenetrada, tanto en lo personal como en lo profesional. A través de la música, viajes, gastronomía y la vida cotidiana, han encontrado un equilibrio perfecto que les permite ser tanto familia como colaboradores en sus proyectos creativos.

A pesar de que Erik es meticuloso con el orden, este aspecto no parece afectarlos, pues son prácticas que ella comparte con quien crea música.

“Le choca que si no soy impuntual, si llego un minuto tarde se enoja; hacemos todo juntos somos uña y mugre, podemos bromear”

Para los dos, el respeto y la honestidad son pilares fundamentales de su convivencia, si bien la similitud de carácter a veces los lleva a conflictos.

“El público no ve de nuestra convivencia, las citas de trabajo, las pláticas más laborales y esos momentos vulnerables hablando de sentirnos tristes, apagados o no suficientes, es un tema constante porque somos perfeccionistas”, dice Mía.

Un “control freak” se considera el exTimbiriche quien pide a sus hijas tener levantado su cuarto, los papeles donde tienen que ir, a quienes considera muy maduras.

“En la casa constantemente estoy encima de todas pienso que tengan orden, no les prohibo nada, son niñas muy maduras. No ha hecho falta poner reglas estrictas, nos han hecho la tarea de padres muy fácil”, dice el cantante respecto a Mía y su hermana Nina.